¿Ves? Eso es felicidad. Esa sensación que te recorre el cuerpo cuando haces algo que te gusta, que te apasiona. Disfrutas de cada segundo. Sonríes a cada instante. El camino se vuelve fácil. Cero preocupaciones, cero problemas. Solo razones para estar contenta, solo pensamientos alegres. No necesitas decir nada para desahogarte, no tienes lágrimas para llorar, no hay motivos para estar triste y mal. Solo quieres que no termine, que lo que sea que te hace sentir lo que sientes no llegue a su fin.
Cuando eres feliz eres capaz de escalar torres, derribar muros y luchar por todo lo que quieres sin que nada que se interponga en tu camino te detenga. Así que cuando estés haciendo algo que te guste, que te apasione, que te levante el ánimo y la moral; no te olvides nunca de disfrutar y ser feliz, porque si en ese momento tu corazón te pide cualquier cosa, podrás hacerla realidad y llegar a cumplir tus sueños.
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