Ídolo ~ Blue Jeans.

Lo de hoy, ¿como explicar lo de hoy?.
Es a la segunda firma de libros a la que asisto de Blue Jeans (Francisco de Paula) autor de la trilogía de "Canciones Para Paula" y de su nuevo libro "Buenos Días Princesa".
Llegar, verlo y sentirme como cuando eres pequeña y ves a ese cantante o futbolista que te gusta y que tanto sueñas con verlo... pues eso me ocurre a mi cada vez que lo veo, no se, es como si se hubiera convertido en un ídolo para mi. Él es el que cuando estoy agobiada o necesito despejarme con tan solo abrir uno de sus libros hace que me aleje del mundo, transladarme a sus letras y hasta a veces imaginarme que soy una de sus protagonistas.

Vivir de nuevo esta experiencia ha sido única, la había vivido pero me sentia nerviosa como si fuera la primera vez, y es que tener a quién con solo unas pocas de palabras es capaz de emocinarte es... la verdad que no tengo palabras para lo que es, sinceramente diria que es increíble! Y mas aún el tenerlo cerca, frente por frente y que este hablando y sepas que se esta dirigiendo a ti, que es contigo con quién habla.
La verdad que como ya dije antes no tengo palabras para describir esto, espero que no sea la última vez que lo veo.
Desde aquí, esperando a que él lea esto, darle la enorabuena por su éxito y por lo que hace sentir cada día. Y decirle como siempre que miles de gracias por todo lo que nos llenas con cada página de tus libros. Por ser como eres y por como nos tratas. Que me encanto verte y tener un buen contacto contigo por redes sociales, que espero no perderlo porque realmente, eres grande y desde un tiempo un gran ídolo para mi. GRACIAS!

Y a esos lectores que me están leyendo decirles que no solo he descrito a un escritor, si no también a una persona increíble. Y recomendarles que lean lo que escribe porque sinceramente, merecen la pena! y he de decir que con que tan solo se lean una sipnósis o una pagína de sus libros, posiblemente se enganchen!

Y recordad, una experiencia como esta no la dejan pasar.
Gracias de nuevo y un saludo a mis lectores.

Otra reflexión más.

Hoy volví para reflexionar sobre el día a día, con lo "sola" que me veo a veces. Y sí, "sola" porque esas personas que prometieron estar siempre hay, me demuestran poco a poco que no, que nada sera igual que antes y que no estaran cuando lo necesite, porque sinceramente ahora no lo están.
Reflexiono y pienso que de que vale por ejemplo estar en el parque y tener a gente cerca que no me llenan, que estando a su lado es como si no estuvieras con nadie, y me aislo en mi mundo. Y esas personas que de verdad me llenan estan a kilometros de mi y tener que conformarme con palabras o gestos suyos para asi sentirme bien. Y es que no hay razón científica que explique lo que siento en esos momentos.

Mi vida en como un puzzle y a veces siento como si faltaran piezas pero realmente, con las que tengo me conformo. Prefiero tener medio puzzle echo y que cuadre todo, a tener el puzzle entero y que no cuadre nada.

Hay momentos en los que me gustaría gritar, llamar a esa persona que me hace falta y que aparezca a mi lado. Esa persona que me abrace, que me diga todo lo que necesito escuchar, que me calme y que me haga ver que nunca, nunca se ira de mi lado y que la tendre en momentos como este. Y el tiempo o las circunstancias hace que te des cuenta de la calidad de las personas.
Pero bueno no queda más remedio que aceptar las cosas como son, asi sin más.
Y lo que escribo no es mentira, es solo lo que siento.

- ¿Alguien que me rescate?

- Que venga por mí y me recoja en sus brazos amables.
Que me diga que hoy soy especial. Que no haga que me esconda de lo que llevo dentro. Que me apriete fuerte y me sonría con ternura y amor.
¿Hay alguien que me quiera por ahí?
Mi secreto pesa. Lo llevo atado al cuello con una soga que cada día aprieta un poco más. Siento esa cuerda invisible cuando cierro los ojos y cundo los abro. Cuando miro, cuando ando, cuando tiemblo y cuando estoy en mi cuarto en la soledad de una noche que no me deja dormir.
Quisiera ser feliz pero no puedo. No puedo. No puedo.
Y le prometo a todo el mundo que quiero: quiero ser feliz. De verdad. Pero ¿puede serlo alguien sabiendo que no puede tener lo que más desea?
Debo conformarme. Pasar a otra página del libro. Ignorar lo que dicta el corazón. Decidir de una vez por todas que todo está perdido.
Admitir el final.
Sin embargo, no es tan sencillo renunciar. No es nada fácil olvidar que lo que sientes no se va a ir, que se va a quedar.
Y mañana al despertar volveré a sentir la misma impotencia y la misma angustia por seguir sintiendo lo que siento.